LA VENTANA DE JOHARI
INTRODUCCIÓN
Los seres humanos estamos constituidos por una serie
de diferencias, que van desde los rasgos físicos, las creencias, y que van
hasta la forma de vivir y comportarse.
Donde pasamos por unos ciclos de vida: nacemos, crecemos, nos reproducimos y
finalmente morimos.
Como personas que somos, muchas veces creemos que
nos estamos dedicando a las mejores cosas para nuestro bien y quedarnos
tranquilos, pero a la hora de ver la realidad descubrimos que nos ayudamos
realmente, como seres humanos, con todo lo que la vida nos ofrece; una de las
mejores cosas con las que contamos como ayuda personal es escuchar un buen
concepto, una buena descripción acerca de nosotros, de lo que somos, de lo que
hacemos y que tal vez nos hace felices y que la conocen los demás, pero realmente
la pregunta en el momento adecuado y preciso es saber la actitud que tenemos
cuando alguien nos cuestiona nuestras ideas, pensamientos, emociones y un sin
número de sentimientos que hallemos en sí mismos y es importante reconocernos,
amarnos pero al igual en el momento de que nos hagan una observación y
descripción de nuestro vivir, nuestras actitudes, debemos tomar la mejor
posición.
A continuación encontraremos como la ventana de
Johari nos sirve como una herramienta útil para el análisis de sí mismos y que
la podemos aplicar en cualquier área (familiar, empresa…) donde la clave es
tener una buena escucha y estar abiertos a los comentarios que otras personas
nos dan para conocernos mejor lo cual a su vez nos permitirá la convivencia, la
coordinación, el trabajo en equipo y en general, las buenas relaciones
interpersonales.
La ventana de Johari una herramienta de la
psicología cognitiva creada por unos psicólogos (Joseph y Harry) para ilustrar
los procesos de interacción humana donde damos y recibimos retroalimentación.
El hombre
está dotado por naturaleza de muchas capacidades, aptitudes para hacer las
cosas y una disposición u inclinaciones hacia las cosas que hace y estas lo
llevan a vivir en sociedad y lo hacen apto para ello. Por ejemplo, el
lenguaje como un medio para intercambiar
sentimientos y pensamientos, etc.
Necesitamos de los demás para llegar a la vida, para
sobrevivir, para educarnos, para progresar en todo sentido e incluso por lo que
menos creemos que en algún momento podemos necesitar de los demás, afecto y
amor; en fin necesitamos de los demás para ser personas.
Aunque nos presentemos como una individualidad por
el simple hecho de que nacimos solos, de que somos seres únicos e irrepetibles,
no podemos llegar a desarrollarnos como personas y seres integrales sino en la
relación con los demás.
Los seres humanos somos sociales por naturaleza,
necesitamos los unos de los otros para poder crecer y superarnos cada día en
nuestra esencia del ser, porque de manera que quien no necesita de los demás se
cree más persona que el resto o la persona más importante o mala del universo y
además puede que estemos llenos de necesidades pero contamos con la más grande
faculta que es la capacidad de comunicarnos por lo que estamos llamados a
compartir y dejarnos compartirnos por los demás. Me apoyo en la frase de Aristóteles
que dice: “El ser humano es un ser social
por naturaleza, y el insocial por naturaleza y no por azar o es mal humano o
más que humano…la sociedad es por naturaleza y anterior al individuo… el que no
puede vivir en sociedad, o no necesita nada por su propia suficiencia, no es
miembro de la sociedad, sino una bestia o un dios”.
Las relaciones humanas podemos encontrarlas tanto
afectuosas como defectuosas pero solo podremos establecer y entrelazar adecuadas
relaciones con los demás si abrimos nuestro corazón y nos permitimos ser
personas humildes no olvidando que Dios nos dice en su palabra que “el que se
enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido”. La
humildad como esa virtud que debemos cultivar en cada uno de nosotros
para poder ver nuestra grandeza y la de los demás. No olvidemos que
relacionarnos con los demás no solo es hablarle sino también el mirarle,
descubrirle, aceptarlos y amarlos.
En el preciso instante en el que abrimos nuestro
corazón a los demás y se establecen las relaciones interpersonales con ellos,
les mostramos lo que somos, lo que nos han enseñado, lo que hemos adquirido
como valores, principios, costumbres y tradiciones de nuestra cultura; éstos comienzan
a descubrirnos, a conocernos y saber quiénes somos en realidad, pero que hay
cosas que nosotros pensamos que están bien y que nosotros no vemos pero que los
demás que están en comunicación con nosotros las suelen ver.
Encontramos herramientas muy útiles que han sido
creadas por grandes personas llenas de conocimientos en cuanto el tema de las
relaciones humanas y por ende, podemos hacer uso de la preciosa herramienta
donde podemos analizar nuestro proceso de interacción humana y dar y recibir
“Feedback”.
La manera adecuada de dar y recibir
retroalimentación es mediante la implementación de la herramienta creada por
los psicólogos Joseph y Harry, la Ventana de Johari.
El modelo puede ser presentado también como una
ventana de comunicación a través de la cual se dan o se reciben informaciones
sobre uno mismo y sobre los demás.
Formada por 4 cuadrantes donde encontramos las
siguientes áreas:
·
Área libre:
donde se incluyen todas las cosas que conocemos de nosotros mismos y lo que los
demás conocen de nosotros. Las cosas que son evidentes como cualidades
externas, genero, raza, la forma en que realizamos nuestras actividades
cotidianas, todos aquellos sentimientos, emociones y gustos que comunicamos sin
ningún tipo de dificultad a los demás. En esta área el comportamiento que se
halle en ella, es público.
·
Área oculta:
donde encontramos gran parte de lo que conocemos de nosotros mismos y que
ocultamos a los demás. En esta área en muy probable que tengamos miedo de que
alguno del grupo o de los que están en nuestro entorno se entere de nuestros sentimientos, percepciones y
opiniones respecto de los mismos y pensamos que nos van a rechazar por esas
diferencias o atacarnos o tomar acciones de algún tipo que de alguno u otra manera
nos podrían afectar y que por consiguiente no revelamos tales informaciones. Al
parecer no pensamos en ningún momento, ni nos percatamos de asumir riesgo
alguno.
·
Área ciega: encontramos
todas nuestras limitaciones de las que al parecer no somos conscientes, pero
que los demás pueden observar y experimentar en el proceso de interacción y es
la zona donde pueden actuar con gran fuerza, los mecanismos de defensa y que
esta área puede ser reducida en el momento que aceptemos la retroalimentación
que proviene de los demás en el proceso de interacción.
·
Área
desconocida: esta representa los factores de nuestra personalidad de los que no
somos conscientes y que son desconocidos para las personas que se relaciona con
nosotros. Encontramos experiencias reprimidas como las vividas en la infancia o
en la adolescencia y tenemos recursos aún por descubrir.
Principalmente lo mejor es ampliar lo máximo posible
el área libre reduciendo las áreas ocultas a lo mínimo posible y obtener así
una mejor comunicación, cuanto más expreses sobre ti más lo harán los demás. Los
riesgos a tener en cuenta son el posible rechazo o respuesta desfavorable que
dañe la relación interpersonal y el mal uso de la información que puede llevar
al abuso de poder. Por ello siempre hay que tener en cuenta las necesidades y
sentimientos de la otra persona y respetar sus límites.
Con respecto al conocimiento que los demás tienen de
nosotros pero que nosotros no conocemos y hacemos de manera inconsciente
necesitamos poseer la capacidad de recibir retroalimentación y para ello es necesario que sea:
-
Aplicable: un
comportamiento que al darnos el mensaje de este pueda darse a conocer con datos
concretos, sin rodeo alguno, el cual podamos examinar y a su vez modificarlo
mediante el reconocimiento de donde se produce la falla.
-
Neutro: en este
aspecto tratar de usar un tono que no lleve a una actitud defensiva y que pueda
agravar una relación sino dejar de lado la expresión personalizada y ser más
bien una observación que la persona pueda interpretar y ayudarle a dar una
modificación en esa actitud o comportamiento de manera positiva.
-
Oportuno: pensar
en cuál será el mejor momento para expresar nuestra opinión en cuanto la
retroalimentación y cuándo será más constructivo.
-
Solicitado: La
persona interesada formula una pregunta que le permitirá al observador hacer la
respectiva observación o autoevaluación
de sí mismo en cuanto lo que está mal en su vida.
-
Objetivo: para
que en su momento de hacer la respectiva corrección esta sea efectiva y
beneficiosa se debe tener en cuenta que el mensaje sea claro, estar focalizado
en el problema y hacer uso de ejemplos.
-
Directo: la
retroalimentación debe ser personal y directamente, que sea solo entre la
persona que emite el mensaje de ayuda para el receptor quien se encargara de
tomar las respectivas decisiones que le ayudaran a tener un resultado positivo
en cuanto el “Feedback”; que en esta no se halle intervención de terceros que
puedan provocar resultados negativos.
-
Específico: Ir
directo al grano, directo al problema, en el momento adecuado, sin rodeo alguno
de manera que el mensaje a dar a conocer será muy claro de fácil comprensión
por el interesado. Aquí el receptor estaría en condiciones de auto-evaluar su
actitud.
-
Comprobado: el
parafraseo se convierte en lo indispensable para comprobar mediante la
repetición de las reacciones comunicadas al receptor han sido recibidas de
manera satisfactoria.
En conclusión, en una conversación de este tipo
donde damos y recibimos retroalimentación, el saber escuchar es una destreza
que mejora el hablar y que se va construyendo. La clave que es el respeto que
se tenga el uno con el otro, en su estilo, nos permitirá la convivencia, la
coordinación, el trabajo en equipo y en general, las buenas relaciones
interpersonales.
El desarrollo personal y la relación con los demás
es la forma en que uno puede crecer interiormente, aprendiendo y conociéndose a
sí mismo en la forma de relacionarse, interactuar, sentir y actuar.
Existen muchas maneras de nosotros lograr nuestra
realización, mas sin embargo muchas veces solo vemos nuestra perspectiva,
pensamientos y acciones sin tener en cuenta la que los demás tienen de
nosotros.
Contamos con dos puntos de vista que nos ayudan a
ver como intercambiamos información con los demás como lo son: exposición
quiere decir cuánto le estamos mostrando de nuestra manera de ser y de vivir a
los demás y la retroalimentación lo que significa cuanto estamos aceptando de
nuestro entorno, de los demás.
La ventana de Johari como herramienta para analizar
nuestro proceso de interacción humana es importante porque mediante ella
podemos hacer las respectiva auto-evaluación, mirar en que estamos fallando y lo mejor de todo contar con la gran disposición de recibir “Feedback” para que la
interacción con aquellos que nos rodena sea excelente y efectiva.